Para conocer detalles sobre la historia de cómo nació el proyecto vitivinícola, Agustín Guevara, gerente regional de exportación para Latinoamérica de la empresa, brindó detalles. Aprovechando una visita realizada en febrero, comentó el rol decisivo que jugó el ingeniero Alberto Zuccardi, un profesional que ideó un sistema de riego, sobre la base de un método empleado en California.
El fundador nació en 1963 y actualmente viene avanzando la segunda generación de la mano de José Alberto Zuccardi, director de la empresa. El compromiso familiar se fortaleció en el 2000 cuando se involucraron en el negocio los nietos de don Alberto, empezando así la participación de la tercera generación, con Sebastián Zuccardi, liderando la bodega de Zuccardi Valle de Uco y Julia Zuccardi y que encontró en el turismo una opción para aprovechar, a la que sumó tres restaurantes con que cuenta la empresa en las bodegas.
Guevara explicó que la producción de la Familia Zuccardi incluye dos bodegas: la de Santa Julia, ubicada en la zona de Maipú, y la de Zuccardi Valle de Uco, actualmente contando con unas 1.000 hectáreas de plantación en las diferentes fincas. El objetivo es la elaboración de los vinos de alta calidad, buscando contantemente la innovación, la empresa cuenta con un departamento de investigación y desarrollo para identificar y ejecutar nuevas técnicas, además de implementar las novedades tecnológicas en las plantaciones, con mejores técnicas que ayuden a las fermentaciones o procesos considerados únicos entre las bodegas de Argentina.
Todo esto, dentro de una filosofía de trabajo de producción en armonía con el medio ambiente. Esto impulsó a destinar unas 280 hectáreas para viñedos orgánicos. La finca cuenta con certificaciones en Argentina, como productora orgánica e incluye el empleo de cuidados culturales, fertilizaciones de fabricación propia, con la posibilidad de producir compost a través de los residuos de la uva, aprovechando las técnicas de la lombricultura y desarrollando igualmente acciones para el tratamiento de aguas.
Guevara destacó otro pilar importante dentro de la producción: el aspecto social. La actividad liderada por la empresa permite el desarrollo de las comunidades que se encuentran alrededores de las bodegas, otorgando empleos, capacitaciones y programas que hacen un todo, en la elaboración de la calidad de los vinos, sobre la base de la innovación, el respeto al medio ambiente y la generación de polos de desarrollo en las comunidades.
Cosecha. La cosecha inicia a fines de enero y va hasta mediados de abril, de acuerdo a la altura. Por lo general, en los viñedos de Valle de Uco, la maduración es más tardía. Para el trabajo de recolección, son empleadas unas 300 personas, quienes en forma temporal se encuentran en los campos y en las bodegas para la elaboración del vino. La cosecha se da de manera manual. Se aprecian diversos tipos de producción del viñedo, bajo sistemas de parraleras, tipo techo o espalderos, como los más utilizados en Valle de Uco, por la exposición de sol, necesarias para la madurez de la vid.
Asimismo, trabajan de forma conjunta con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina. Esto permite comparar el trabajo realizado en otras regiones vitivinícolas, incorporando datos sobre lluvias u otros desafíos climáticos de cada zona, algunas con condiciones atmosféricas inestables. Al respecto, Guevara comentó que uno de los riesgos principales en su región tiene que ver con las “piedras” (granizos). Ante esta amenaza, los viñedos se encuentran cubiertos con mallas antigranizo para su protección.
A su turno, Eleonora Ridi, gerente de exportaciones para Latinoamérica, indicó que la Familia Zuccardi se constituye como la tercera bodega argentina en el ranking de exportaciones, posicionando a la firma de forma estratégica en la representación del vino del vecino país a nivel mundial, además de marcar presencia en Latinoamérica. Sobre nuestro país, indicó que se trata de una plaza importante en donde tiene mucho que ver el trabajo desarrollado por su aliada, la importadora London Import, la cual ha sido de gran ayuda en la construcción, consolidación y desarrollo obtenido en los últimos años del consumidor local, subrayó. Finalmente se informo que la producción anual ronda los 18 millones de litros, el 50% es destinado a la comercialización en Argentina, ubicando a la industria entre las primeras marcas. El 50% restante es distribuido fuera de las fronteras, irrigando el producto a cerca de 60 países de Latinoamérica, además de Estados Unidos, Canadá e Inglaterra.