Por: Francisco Fernández Riquelme y Jorge Andrés Domínguez Sanabria - Centro Tecnológico Agropecuario del Paraguay,Distrito Yguazú, Alto Paraná.
Introducción. La Yerba Mate (Ilex Paraguariensis)tiene una importancia relevante tanto en nuestro país como en el extranjero, es uno de los rubros más importantes de la industria nacional, según datos proveídos por el Centro de Yerbateros del Paraguay en los últimos años se registraron una producción aproximada de 40.000 toneladas de Yerba Mate anualmente, de los cuales para la exportación se destinan alrededor de 1.800 a 2.000 toneladas por año (2018). De enero a diciembre del 2017 se exportó un total de 1.400 toneladas, equivalentes a US$ 3,49 millones.
En Latinoamérica los principales mercados extranjeros son Bolivia y Chile, en Europa el principal importador es España, también se exporta a Alemania, República Checa, Rusia, Turquía, Israel y Japón.
La fertilización es uno de los componentes más importante en cualquiera de los rubros agrícolas para asegurar una mayor rentabilidad, para ello, la relación suelo/planta es uno de los factores a llevar siempre en cuenta ya que el equilibrio nutrimental depende de la disponibilidad de los nutrientes en el suelo y la disponibilidad de la planta para extraer esos nutrientes. Para que pueda tener mayor efecto depende mucho de la forma de empleo y la tecnología utilizada.
El elemento faltante (EF), es una metodología que busca proporcionar nutrientes a la planta, cómo y cuándo los necesita. Esta metodología permite ajustar dinámicamente el uso de fertilizantes químicos para llenar efectivamente el déficit que ocurre entre la necesidad total de nutrientes para obtener mejores rendimientos, mediante las aplicaciones de esos elementos en el momento adecuado y en dosis optima, (Fairhurst y Witt, 2002).
El trabajo realizado pone énfasis en uno de los principales problemas que aqueja a productores de Yerba Mate, Atendiendo a esta necesidad se planteó como objetivo evaluar diferentes fertilizantes macros y micros nutrientes para observar las deficiencias nutrimentales y sintomatológicas de este cultivo.
Materiales y métodos. El experimento se realizó en parcelas experimentales de la Fundación Nikkei, Cetapar, Yguazú, Alto Paraná. Comprendido entre los meses de julio a octubre del 2018. Se utilizaron macetas de 10 (diez) litros en los cuales se incorporaron arena lavada para probar la combinación de los fertilizantes en ausencia de un elemento, cada maceta correspondía a una unidad experimental, el testigo negativo no conto con ninguno de los elementos mientras que el tratamiento testigo positivo presento todos los elementos a evaluar. Los tratamientos sucesivos tuvieron la misma mezcla, pero con ausencia de un elemento. El diseño experimental fue en bloques completos al azar con 12 (doce) tratamientos y 3 (tres) repeticiones totalizando 36 (treinta y seis) unidad experimental (UE).
Las aplicaciones se realizaron al momento del trasplante (90 días después de la germinación) y posterior a eso en intervalos de 15 días, totalizando 6 aplicaciones. Previamente al trasplante las raíces fueron lavadas con ADE (agua destilada esterilizada) con la finalidad de remover cualquier resto de sustrato de la maceta del vivero. Los tratamientos aplicados, así como la dosis en gr/L de cada elemento se detallan a continuación en la tabla 1 y 2.


Se midió la altura inicia (al momento del trasplante) y final (7 días después de la última aplicación) de las plantas de cada tratamiento y se cuantifico el número de hojas caídas, para la medición se utilizó una regla en centímetro. También se realizó una apreciación visual de los síntomas en plantas y se registró en fotografías.
Resultados. El desarrollo de la altura y las formaciones de las hojas fueron limitados por las condiciones climáticas. Los tratamientos en los cuales la deficiencia del elemento fue más notoria fueron el T4 (EF Ca), el T6 (EF B) y el T11 que es el tratamiento que conto con todos los elementos (Tabla 3).

El T4 (EF Ca) demostró sintomatología en las hojas y en el desarrollo del tallo principal por la falta de estimulación del crecimiento radicular. Presentaba un tipo de hoja semi elíptica en donde se observaba manchas cloróticas y necrosis en la parte apical.
El T6 (EF B) presentó una textura rugosa no característica del cultivo, además de manchas cloróticas circulares entre las nervaduras. La ausencia del boro en plantas de mediano y grande porte como la Yerba Mate disminuye la translocación de azucares y afecta de manera mínima la fotosíntesis y la pigmentación (Castaño et al., 2008). En cuanto al T11 (con todos los elementos) fue el tratamiento que menos pérdida foliar presento, además de ser el que promedio una mayor altura en comparación a los demás tratamientos, no se observaron hoja con alguna sintomatología mencionada anteriormente.
Las sintomatologías encontradas en los distintos tratamientos se detallan a continuación: A: Clorosis, retraso del desarrollo y malformaciones de hoja; B: Necrosis en bordes de las hojas; C: Necrosis apical y deformación de hoja; D: Clorosis entre nervaduras, necrosis apical, alargamiento de hojas; E: Marchitez y defoliación precoz; F: Clorosis internerval, deformación y textura rugosa de hoja; G: Deformación de hoja; H: Perdida precoz de hoja y marchitamiento en hojas bajeras; I:Deformación de hojas; J: Perdida de hojas en planta, sin características sintomáticas las hojas restantes; K: Sin características de deficiencia; L: Perdida precoz de hojas, marchitamiento apical del tallo.

Conclusión. En base a lo expuesto se puede afirmar que la ausencia de un elemento interfiere en la efectividad de los otros presentes, asegurando que se obtiene resultados óptimos con la combinación de los demás elementos.