El balance para el sector productivo en la temporada 2018 mostró variaciones importantes y un escenario volátil entre lo positivo y negativo. En líneas generales, los puntos altos constituyeron los incrementos en superficie sembrada de rubros de impacto fuerte en la economía, así como la apertura de nuevos mercados, mientras que amenazas en temas impositivos, la inseguridad en el campo y la caída de la faena fueron indicadores a no descuidar. Aun con todo, el escenario se presenta alentador para el 2019.
Llega el último mes del año y en medio de brindis y festejos, también se impone la necesidad de realizar un balance de cómo ha sido la temporada de uno de los sectores que más dinamiza la economía toda y que tiene fuerte impacto en dar respuestas sociales, por la generación de trabajo e ingresos. A lo largo de estas semanas varias instituciones aprovecharon para dar a conocer sus evaluaciones al final del 2018 y de ser posible compartir las proyecciones para los próximos meses.
Este año igualmente se vio condimentado con las elecciones nacionales que tuvieron implicancias más en lo político, pero que por rivalidades imposibilitaron avanzar en algunas gestiones que pudieron favorecer un mejor desempeño. También, como punto alto se puede mencionar que, a pesar de los golpes en la región, la economía paraguaya supo capear los malos momentos. Faltaría conocer cómo está preparado para nuevos embates, si todavía cuenta con buen oxígeno para enfrentar nuevas crisis, sobre todo de economías más grandes y con influencias en la nuestra.
A continuación, algunos resúmenes de los sectores, organizaciones y actores vinculados al ámbito productivo.
Capeco. La Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) realizó su evaluación del año. Entre los puntos altos se destacó la apertura de nuevos mercados. En materia de estadísticas, para el caso de la soja se habló de una superficie de 3,4 millones de hectáreas, una producción de 9,5 millones de toneladas y un rinde de 2.794 kg/ha; el maíz, cubrió unas 760 mil hectáreas, produjo 4,2 millones de toneladas y la productividad fue de 5.526 kg/ha. El trigo logró una siembra de 485 mil ha, un rendimiento agrícola de 2.800 kg/ha y una producción de 1.358.000 toneladas. Entre las amenazas se advirtió que sigue la intención de cargar con más impuestos al sector, sea mediante gravamen a las exportaciones de granos en estado natural, además de la inseguridad en el campo, con nuevos ataques a agricultores.

Por el lado positivo, se resaltaron los trabajos desplegados para ganar más destinos para la soja paraguaya. Actualmente más del 60% de los envíos de la oleaginosa se concentraron en Argentina, siguiendo Rusia con 13%y la Unión Europea con 5%. Taiwán fue la nueva plaza obtenida en la temporada. También se resaltaron las iniciativas de responsabilidad social en donde se mencionó el acompañamiento nutricional en albergues infantiles. Como de gran avance se mencionó la importancia de contar con un portal de exportación que constituirá en una propuesta pionera en la región, según se informó. Con respecto a la expansión agrícola, se indicó que la superficie de soja plantada en el Chaco está creciendo, impulsado por productores de las colonias del Chaco Central, así como ganaderos de la zona. Conforme los datos, se pasó de 17.000 a 25.000 hectáreas sembradas entre 2017 y 2018. Dependería del clima para ver si hay más crecimiento en estos meses. El componente político también tuvo su peso este año, con las elecciones nacionales y se espera que las autoridades que asumieron la conducción del país sigan acompañando el desarrollo no poniendo trabas al sector.
Fecoprod. El presidente de la Federación de Cooperativas de Producción (Fecoprod), Eugenio Schöller, igualmente presentó su informe de gestión. Entre los pilares de acción estuvo la defensa gremial, con iniciativas como los monitoreos a proyectos de ley de impacto o alcance al segmento. Entre estos, modificaciones a la Ley Forestal, Ley de Soberanía, Seguridad Alimentaria y Nutricional, así como rechazos a normativas que buscan incluir más impuestos a la producción, como gravar las exportaciones de granos en estado natural. Otro aspecto destacado fue la consolidación de la Confederación de Cooperativas Rurales del Paraguay Limitada (Concopar Ltda.), en donde la federación igualmente adiciona recursos y esfuerzos. En este punto se recordó la participación en reunión técnica de Comisión de Comercio Preparatoria de la agenda de Cooperativas Asociativismo del Mercosur. Cuenta con varias centrales y movilizan a unas 266 mil personas asociadas a las 85 cooperativas base que sostienen a la organización.
Además, como Fecoprod se indicó el posicionamiento en las redes sociales, así como el acompañamiento para lograr más competitividad de las asociadas. Por ello se tiene en cuenta el desarrollo tecnológico. Esto permitió introducir mejoras y hacer más dinámica la página web, así como la innovación tecnológica para el mejoramiento del sector cárnico. El paquete tecnológico incluye sitios de acceso público tales como el Siscole web (para el sector lechero), el Portal Laboratorios, el ALT (para Academia de Liderazgo Transformador), Fecoclima (red de estaciones agrometeorológicas), Fecocre (para indicadores económicos, Financieros y monetarios), así como los de orden interno, como el Labcole, Labcole-V, Fecostock, Asistenciasys y web mail. También se viene acompañando lo que sea agricultura de precisión, para lo cual ya están involucradas unas 11 cooperativas, con más de 3,8 mil hectáreas y 100 parcelas dentro de esta práctica.
El componente ambiental igualmente está presente, para ello se destacaron las licencias ambientales para Adecuaciones de Proyectos Productivos del Sector Cooperativo Agrícola, Ganadero e Industrial; el apoyo a la Mesa Paraguaya de Carne Sostenible; el protagonismo dentro del proyecto de Cooperación Interinstitucional DeveloPPP para aumentar el valor agregado a nivel local mediante la difusión de sistemas silvopastoriles, la reforestación masiva y la incorporación de innovaciones tecnológicas; y la apuesta en reforestación bajo las orientaciones del Comité Técnico Forestal. Con respecto al desarrollo rural, se avanzó en programas de cadenas de valor inclusivas y otros puntos favorables.
Inbío. Durante la última campaña 2017/18 la superficie de siembra de los principales cultivos de verano e invierno (soja, trigo, maíz y arroz) tuvieron un incremento con relación a la zafra anterior, según el informe presentado por el Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbío) y difundido en un material informativo. Estela Ojeda, gerente general de la organización, expresó que la soja, el principal producto agrícola de Paraguay, aumentó en área en torno a 3,7%; pasando de 3,38 millones de hectáreas a 3,51 millones de hectáreas; sin embargo, el volumen de producción cayó 8,5 %, resignando de 10,33 millones de toneladas a 9,5 millones de toneladas; es decir, sufrió una reducción de 800 mil toneladas. La retracción del rendimiento fue cercana al 10%, marcando un registro de 2.705 kg/ha en la zafra 2017/18, frente a los 3.050 kg/ ha de la campaña anterior.

El maíz zafriña también tuvo una fuerte expansión en siembra, alcanzando unas 925.948 hectáreas, que representa un incremento de 23%, frente a las 750 mil hectáreas sembradas en la zafra pasada. La productividad se vio afectada bajando en el orden de 10 % para una producción total de 4,58 millones de toneladas. El trigo es otro rubro que experimentó una notoria recuperación pasando de 699 mil toneladas a 1,32 millones de toneladas, respaldado principalmente por el aumento de área de siembra y la productividad por hectárea. En el caso del arroz, la superficie de siembra aumentó levemente en relación a la zafra pasada, pero sufrió una reducción del rinde por hectárea. Esto conllevó a un crecimiento prácticamente vegetativo de la producción, alcanzando un pico de 983 mil toneladas.
La presidenta del Inbío, Simona Cavazzutti, indicó que, si bien se tuvo una expansión de la superficie de siembra de soja, se registró una menor producción. Debido a esta situación, el margen de ganancia en este rubro se contrajo, obligando a los productores a optimizar sus recursos para la presente campaña 2018/19. En tanto, Eugenio Schöller, director del Inbío, manifestó que las condiciones climáticas adversas causaron una baja productividad en el campo durante la zafra anterior, pese a las inversiones realizadas ligadas principalmente a tecnificación en semillas, insumos y maquinarias. Agregó que el sector productivo sigue endeudado a causa de la baja cotización de los commodities. Como punto favorable se resaltó el posicionamiento de variedades nacionales, en especial las de Sojapar con resistencia a la roya asiática.
MAG. Por el lado del sector público, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) igualmente dio a conocer la síntesis de estadística de los principales resultados de la producción agropecuaria 2017/2018, elaborada por la Dirección de Censos y Estadísticas Agropecuarias (DCEA). En la publicación, se comparten resultados de 28 cultivos agrícolas temporales, 11 cultivos agrícolas permanentes y la existencia ganadera vacuna. Además, se presentan datos que permiten analizar el comportamiento de la producción con relación a la evolución de los eventos meteorológicos. Los resultados comparativos se presentan a nivel país de la zafra 2017/18 y zafra 2016/17, con su correspondiente variación en porcentaje (%). Con respecto al clima, se destacó que la zafra 21017/18 inició con temperaturas por encima de los valores normales para la época. Para enero del 2018, siguieron las lluvias con déficits leves de humedad de suelo en el Norte y el Chaco. Se registraron heladas agrometeorológicas, una en junio y el resto en julio, afectando al trigo y las pasturas. Sin embargo, no fueron muy extremas y los daños no fueron muy importantes.

“Se puede resumir la campaña pasada como bastante positiva. Los rendimientos en algunos de los rubros estuvieron por encima de la media nacional. En el sector ganadero, las lluvias fueron bastantes importantes para tener una rápida recuperación de las pasturas para el periodo invernal, que normalmente es la etapa más crítica desde el punto de vista del agua y las pasturas”, se resaltó. A continuación, el resumen de los considerados 16 principales cultivos de la zafra:
_ Soja. La superficie 2017/18 de la soja es de 3.510.000 hectáreas, ha experimentado un aumento de 3.8 % con relación a la zafra 2016/17. La producción fue de 11.045.971 toneladas, que comparando con la zafra anterior se produjo un aumento del 5,4 %. El rendimiento promedio fue de 3.147 kilogramos por hectárea.
_ Maíz. Este cultivo tuvo una cobertura de siembra de 1.070.000 hectáreas, lo que ha experimentado un aumento 13,8 % con relación a la zafra 2016/17. En relación con la producción los datos reflejan un total de 5.344.650 toneladas, equivalente a 3,7 % más que la zafra 2016/17, alcanzando un rendimiento promedio de 4.995 kilogramos por hectárea. Esta estimación incluye maíz zafra normal y maíz zafriña.
_ Algodón. La superficie 2017/18 del algodón es de 9.493 hectáreas, experimentado una disminución de -5,1% con relación a la zafra 2016/17. La producción fue de 18.986 toneladas, la que representa un 35,6 % más que la zafra anterior. El rendimiento promedio fue de 2.000 kilogramos por hectárea.
_ Mandioca. Es una producción tradicional destinada al mercado interno, de autoconsumo relevante dentro de la agricultura familiar y de renta para otros. Para la presente zafra 2017/18 se tiene una superficie cultivada de 183.000 hectáreas y una producción de 3.293.999 toneladas. El rendimiento promedio fue de 18.000 kilogramos por hectárea.
_ Trigo. La superficie sembrada es de 430.000 hectáreas, con relación a la producción se tiene un total de 722.400 toneladas, el rendimiento es de 1.680 kilogramos por hectárea. Este dato del cultivo del trigo, corresponde al año fiscal 2017.
_ Poroto. Este rubro pertenece a la agricultura familiar y es destinada al autoconsumo, en este periodo agrícola se tuvo una superficie de 73.000 hectáreas con una producción de 62.050 toneladas y un rendimiento promedio de 850 kilogramos por hectárea.
_ Caña de azúcar. A nivel país la superficie es de 110.000 hectáreas, con una producción de 6.160.000 toneladas, siendo el rendimiento promedio de 56.000 kilogramos por hectárea. Los departamentos de Guaira, Caaguazú y Paraguarí son los que concentran el mayor porcentaje de la producción, con una disminución en la superficie sembrada de 6,78 % menos con relación a la zafra anterior.
_ Maní. Dentro de la agricultura familiar este rubro se produce para autoconsumo. La estimación de la superficie es de 26.350 hectáreas; la producción obtenida fue de 27.479 toneladas y un rendimiento promedio de 1.043 kilogramos por hectárea.
_ Girasol. Este cultivo presenta una disminución de 25,4% menos en comparación a la superficie sembrada de la zafra 2016/17 y una producción de 48.800 toneladas representando también 25,4 % menos que la zafra anterior y un rendimiento promedio estable de 1.600 kilogramos por hectárea.
_ Arroz con riego. Este rubro presenta una producción de 894.600 toneladas, los departamentos de mayor representatividad son Itapuá, Misiones y Caazapá, concentran la mayor producción. El rendimiento promedio es de 6.300 kilogramos por hectárea, con un incremento del 1,4 % en la superficie.
_ Tabaco. Este rubro constituye una alternativa rentable para los pequeños productores, el volumen de producción es de 6.825 toneladas., el área sembrada fue de 3.250 hectáreas, incrementándose en 1,6 %; generando un rendimiento de 2.100 kilogramos por hectárea.
_ Sésamo. La superficie es de 30.000 hectáreas, la producción alcanzó 18.002 toneladas, disminuyendo en un 45,5 % menos en la superficie con relación a la zafra 2.016/17 y un rendimiento promedio de 600 kilogramos por hectárea.
_ Tártago. Es un rubro que contiene una buena proporción de aceite que puede ser utilizado para el biocombustible. En cuanto a la superficie se mantuvo en 5.500 hectáreas, con una producción de 6.381 toneladas, y un rendimiento de 1.160 kilogramos por hectárea, igual a la zafra anterior.
_ Canola. La superficie sembrada es de 30.000 hectáreas, la producción de 36.000 toneladas y un rendimiento de 1.200 kilogramos por hectárea.
_ Ka’a he’ê. Es un cultivo de la Agricultura Familiar con una superficie sembrada de 2.370 hectáreas y una producción de 3.911 toneladas, con un rendimiento de 1.650 kilogramos por hectárea, representando un aumento de 4,02 % en la producción.
_ Yerba mate. La yerba mate es un rubro tradicional de ciclo permanente, la superficie es de 22.850 hectáreas, la producción alcanzó 116.192 toneladas de hoja verde y un rendimiento promedio de 5.085 kilogramos por hectárea.
Ganadería. A noviembre 2018, con datos oficiales se tuvo registrada una hacienda bovina general de 13,5 millones de ganado, lo que representó una caída del 2,3% frente a los 13,8 millones de bovinos de la temporada 2017 y habla que se viene registrando una tendencia a la merma, tras haber alcanzado –y en algunos casos superadas- las 14 millones de cabezas. Incluso en términos de faena, la actividad en frigoríficos pudo haberse reducido. Si se toma como referencia los datos de la certificadora Control Union se tiene que este año se certificaron 1.776.297 faenas en las plantas industriales, frente a los 1.950.157 sacrificios de vacunos, una diferencia de más de 170 mil animales, avalados en el 2017, lo que evidencia la tendencia a la baja. En tanto, desde la Asociación Rural del Paraguay (ARP) su titular, Luis Villasanti, insistió en la necesidad de ofrecer respuestas a la inseguridad en el campo. En ese sentido, realizó un llamado a la paz y seguridad para poder sustentar la inversión en el ámbito rural, exhortó a respetar las leyes y que se revisen las medidas y los procedimientos para las acciones. Agregó que el combate al abigeato debe seguir porque no solo perjudica al productor grande, también al pequeño. Todo esto sin olvidar a las personas desaparecidas y que están en poder de bandas armadas. Pese a todo se mostró optimista por un horizonte más prometedor para el sector y el país.

Desde el punto de vista de los frigoríficos, el presidente de la Cámara Paraguaya de las Carnes, Juan Carlos Pettengill, consideró que el 2018 “ha sido mejor que el 2017 y que, sin dudas, será superado por las ambiciosas metas que tenemos para el 2019. La industria paraguaya de carnes ya es una marca país que crece, genera empleo, agrega valor y aporta divisas, y por esos motivos les invitamos a que celebremos con un aplauso los resultados de un trabajo exitoso”, dijo. Instó a las autoridades veterinarias a intensificar los controles para salvaguardar la calidad y reputación de la carne paraguaya, hoy día, reconocida entre las mejores del mundo. “Actualmente tenemos habilitados 70 mercados para exportar carne, en 35 de los cuales participamos activamente, lo que nos mantiene posicionados hasta ahora como el séptimo exportador mundial en el rubro”, comentó y anticipó que se está trabajando para habilitar las plazas de Hong Kong, Estados Unidos, Singapur y Arabia Saudita. “Estamos avanzando así en la ampliación de los mercados y estamos seguros de que con perseverancia y respaldados en un servicio creíble y una carne de calidad como la que tenemos, lo vamos a lograr”, manifestó.
Cerrando su participación destacó que gracias a la CPC otras proteínas animales, como las de origen porcino y aviar, están logrando acceso exitoso a diversos mercados de exportación y al igual que la carne bovina, se destacan en los mercados por su gran calidad y aceptación del público consumidor. “El sector porcino presenta un crecimiento sostenido en su producción exportada, reflejando un incremento del 26% en el volumen exportado de enero a octubre de 2018 con respecto al mismo periodo del año anterior y una variación positiva del 41% en el ingreso de divisas, reflejando una mejora sustancial en su desempeño”, reveló.
Agroindustrias. Por el lado de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), su titular Gustavo Volpe, brindó un detallado informe del desempeño del sector en la temporada. Para tener en cuenta solo el segmento vinculado a la agroindustria, el dirigente resaltó que esto ha presentado un buen desempeño durante los primeros siete meses del año, influenciado por las condiciones climáticas favorables en el país y la coyuntura regional. “Esta situación puede ser explicada por la cosecha de la campaña 2018, que a pesar de no haber alcanzado los niveles anteriores, los resultados obtenidos fueron buenos”, sostuvo.
Añadió que “la industria láctea inició el año de manera complicada, como consecuencia de la huelga de camioneros y los cierres de rutas, generando así ciertas pérdidas en los productos de los industriales lácteos. Otra gran novedad fue la inauguración de planta de leche en polvo de la Cooperativa Chortitzer (lácteos Trébol), con capacidad para procesar 30.000 kg de leche en polvo por día, con una inversión de 16 millones de dólares en su planta de Loma Plata. Esto permitirá, el aumento del consumo interno de este gran producto, beneficiando así a más paraguayos y nos posibilitará exportarla a otros mercados”, apuntó.
Del subsector de los jugos de frutas manifestó que “las industrias nacionales siguen ganando espacio en el mercado internacional, un mercado al cual nuestros productos empezaron a llegar este año es Alemania, con ventas por más de 500 mil dólares”. En cuanto al arroz, recordó la mediación para la liberación del flujo y elevación del nivel del río Paraná, a modo de que el gremio arrocero “pueda llegar a tiempo al puerto de Nueva Palmira, Uruguay, tras haber ganado la licitación para proveer 30.000 toneladas de arroz blanco, grano no al Ministerio de Comercio de la República de Irak un acontecimiento inédito e histórico”, resaltó.

El sector semillero cierra el año con resultados positivos y negativos. El balance poco alentador es que en el 2018 se registró menos uso de semillas certificadas que los años precedentes. Sin embargo, las industrias semilleras nacionales lograron exportar semillas de soja de producción nacional a los mercados de la región.
Este y otros puntos fueron destacados por los directivos de la Asociación de Productores de Semillas del Paraguay (Aprosemp) y la Asociación Paraguaya de Obtentores Vegetales (Parpov) durante la “Noche de la Industria Semillera”, organizada por ambos gremios el pasado 27 de noviembre en el Centro recreativo Don Armin Wolf, de la Cooperativa Colonias Unidas, ubicado en Obligado, Itapúa.
En la oportunidad el Ing. Agr. Hugo Acosta, presidente de la Aprosemp, comentó que en esta temporada, pese a darse un incremento en la superficie de siembra de soja en el orden de 3%, la participación del uso de semillas certificadas se redujo en el orden de 25 %; es decir, 5% menos con relación con la campaña anterior.
Explicó que Paraguay cuenta con unas 3,5 millones de hectáreas sembradas de soja, de las cuales solo se cubren 875. 000 hectáreas que son sembradas con semillas certificadas, conforme los datos de Parpov y Aprosemp.
Agregó que el escenario presentado obligó a varias industrias a quedarse con un stock importante de semillas sin comercializar, lo que repercute en su situación financiera, que puede tener un efecto directo en la generación de empleo.
Por su parte, el Ing. Agr. Pascual González, presidente de la Asociación Paraguaya de Obtentores Vegetales (Parpov), indicó que esta reducción sostenida del uso de semillas certificadas en el país también impulsa a las empresas obtentoras (dueñas del germoplasma de las semillas) lentamente pierdan interés en seguir invirtiendo en el desarrollo de nuevos materiales adaptados a Paraguay.
A su turno, la gerente general de Aprosemp, la Ing. Agr. Dolia Garcete, destacó como saldo positivo este año la exportación de semillas de sojas certificadas a los mercados de la región por parte de las industrias locales.
“Nuestros productores lograron exportar más de 2.000 toneladas de semillas de soja certificadas, que cumplieron los padrones de calidad. Esto permitió que nuestra semilla se posicione de igual manera a lo que se produce en otros países”, dijo.
Los envíos fueron a Argentina y Uruguay y estuvieron involucrados en la exportación 4 obtentoras y 8 empresas productoras de semillas. “Eso significa que el camino descubierto por una condición coyuntural permite que en años siguientes podamos ofrecer nuestros productos para ellos”.
Producción. La superficie de producción de semillas oscila entre 50.000 a 54.000 hectáreas, produciendo semillas de soja de diferentes variedades, 55 para ser más específico, de esa superficie se obtienen unas 1.400.000 bolsas aproximadamente. Eso involucra a 40 empresas, de las cuales 22 socias de Aprosemp.
Podemos confirmar que el 90 % de las semillas de soja son producidas por empresas socias de Aprosemp, quienes invierten constantemente en capacitaciones e innovando para disponer a los agricultores semillas de calidad con el cumplimiento de normas de campo y de laboratorio.
Para el 2019 la Aprosemp tiene previsto realizar el tercer Congreso Paraguayo de Semillas en el mes de julio, donde una vez más daremos la oportunidad para el relacionamiento de los profesionales que trabajan en el sector semillero.
Asimismo, el presidente del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), Ing. Agr. Rodrigo González, destacó la apertura que tiene la institución para trabajar en forma conjunta respecto a las necesidades del sector semillero. Mencionó que se instalaron mesas de trabajo con los gremios para el abordaje a fondo de las inquietudes de los productores de semillas y obtentores.