El pasado 5 de marzo, en el salón auditorio de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), se realizó un seminario organizado por la Gazeta do Povo, en el marco de la Expedición Zafra 2017-2018. Durante el evento, que contó con el apoyo de la cámara y la fi rma Agrotec, se presentaron los desafíos y oportunidades que ofrece la campaña, como también las perspectivas para la producción y exportación de granos en Paraguay en los próximos diez años.
Expedición Zafra es un trabajo de recolección de datos relacionados a la producción y el consumo de granos, explicó Giovani Ferreira, gerente de agronegocios de la Gazeta Do Povo. Actualmente está presente en catorce países, todos ellos productores o consumidores de granos. “Nuestro objetivo es estimar zafras, hablar de tecnologías, mercados, climas, e intentar anticipar algunas informaciones sobre producción y consumo. Este trabajo lo venimos realizando desde hace doce años, y en Paraguay desde hace ocho años”, señaló.
En su presentación, Ferreira destacó el crecimiento de la producción granelera de Paraguay en la última década, especialmente de soja y maíz. Señaló que en este lapso de tiempo se duplicó el tamaño y estimó un incremento cercano al 50% en los próximos diez años. “Actualmente estamos hablando de una producción de soja aproximada a las 10 millones de toneladas, que iría a 15 millones de toneladas, con potencial de exportación de 10 millones de toneladas”. Con respecto al maíz, señaló que Paraguay cuenta con un mercado internacional muy grande y en expansión. Igualmente, la demanda local es importante y la tendencia es que siga en crecimiento, tanto para su conversión a etanol o a proteína animal. Actualmente se exportan entre 2 y 2.5 millones de toneladas del cereal, con potencial de llegar a 6 millones de toneladas en la próxima década. “Dependerá del crecimiento de la producción y del consumo interno”. Para llegar a esos niveles de producción existen algunas variables que puedan llegar a darse en el país. Ferreira mencionó inversiones en tecnologías y en logística. Esto último ya se percibe, con la instalación de más puertos o la duplicación de la Ruta N°7. “No tenemos dudas que la duplicación de la Ruta N° 7 representará una nueva transformación de la economía del Paraguay, y especialmente de la economía agrícola. Se ganará eficiencia, competitividad en logística. Es decir, se tendrá un agronegocio más sustentable en la próxima década”.
Oportunidad para Sudamérica. Una situación resaltada por Ferreira durante su disertación fue el estancamiento de la agricultura en Estados Unidos. Mencionó que el país del Norte del continente ya no dispone de áreas para crecer, y actualmente se encuentra en un proceso de reducción, tanto de su producción como de su exportación. Este escenario presenta una oportunidad para Sudamérica, que es uno de los pocos lugares del mundo en el que se puede buscar soja y maíz. “Por todo esto, nosotros pensamos que los próximos años serán de una oportunidad singular muy importante para los países de América del Sur, principalmente Brasil. En esta campaña, en este momento específico, para Brasil y Paraguay, ya que Argentina está con problemas ocasionados por factores climáticos”. Otra coyuntura a tener en cuenta es el manejo proteccionista del gobierno de Donald Trump, que inevitablemente incide en el mercado. Actualmente, Estados Unidos se encuentra en medio de disputas políticas con México, que es un gran comprador de maíz y principal cliente de su vecino. “La disputa entre estos países hizo que México comience a buscar maíz en otros países, lo que también es una oportunidad para América del Sur”.
El rol de China. El gigante asiático es uno de los jugadores de mayor relevancia en el mercado internacional de granos. Un factor considerable es que redujo su producción e incrementó su exportación. Actualmente se observa que la población está en pleno traslado del campo hacia las ciudades. “No existen dudas que en la próxima década, China deberá ampliar sus compras de América del Sur. Será un crecimiento muy grande, no sabemos a qué ritmo va a crecer, pero será muy intenso”. Sin embargo, Ferreira advirtió el riesgo de concentrar un gran porcentaje de las exportaciones de soja en el mercado chino. Actualmente, China responde por más de la mitad de los envíos de la oleaginosa producida en Sudamérica. “Esta situación es riesgosa, pero a la vez representa una oportunidad”.