La Industria Paraguaya de Alcoholes S.A. (Inpasa) expandió sus inversiones en nuestro país y habilitó su segunda planta alcoholera, esta vez en San Pedro. La intención apunta una vez más a aprovechar la materia prima agrícola, principalmente granos para dar valor agregado con un procesamiento industrial, en este caso, del maíz. La inversión rondó los 100 millones de dólares.
La nueva instalación fabril se encuentra a la altura del kilómetro 268, de la ruta 3, en la localidad conocida como Toro Pirú, en Guayaibi (San Pedro). Esta unidad se suma a la existente ya en Nueva Esperanza (Canindeyú), donde tiene su base la compañía y se sentó la primera planta procesadora de maíz para la obtención de alcohol, inaugurada en el 2006 y cuyas actividades se iniciaron a finales del 2008. El acto oficial de la habilitación de la segunda unidad se realizó el miércoles 18 de abril y contó con la participación de autoridades nacionales, locales, gremiales y de público invitado a la ocasión, entre otros.
Los directivos y empleados de Inpasa, emprendimiento que cuenta con capital brasileño y paraguayo, buscaron atender todos los detalles de la fiesta. Tras la parte protocolar, se convocó a la comitiva especial a realizar el recorrido interno por las instalaciones para conocer detalles de su funcionamiento. El vicepresidente de Inpasa, Enzo Olmedo, fue uno de los oradores en la ocasión y también accedió a ofrecer entrevistas a la prensa nacional, local y especializada destacada en la ocasión. Resaltó que la fábrica constituye un pulmón muy importante para toda la zona de San Pedro, así como para la economía del país. “Estamos inyectando, solo con esta planta, unos 700 mil litros de alcohol por día, equivalente a 20 – 25 camiones de alcohol que por día están inyectando en la mezcla con las naftas y para el consumo de los usuarios de vehículos a nafta. Es importante, la inversión que llega hoy a los 100 millones de dólares, no queda solo en las inversiones. El efecto multiplicador que tiene eso, el desarrollo que va a generar en la zona, a los funcionarios, a los proveedores, a todas las personas que van a estar relacionadas y vinculadas con el movimiento de la fábrica”, comentó. También se resaltó la alta tecnología que ofrece la nueva unidad procesadora. “Esta planta no solo es la más grande sino que es la más tecnológica de toda Sudamérica, a partir de alcohol de cereales. Existen plantas mayores que procesan caña de azúcar en el Brasil, pero si hablamos de extracción de alcohol a partir y sobre la base de cereales, como el maíz en este caso, esta es la más importante de la región”, aclaró. Con respecto a la materia prima, dijo que cuentan con personas encargadas de comprar el producto. “No producimos sino que el 100% de la materia prima salimos a comprar y eso también genera una oportunidad muy importante para toda la región de San Pedro, para el cultivo de maíz”, manifestó.
Complementarios. Con respecto a los trabajos complementarios, explicó
que la planta está 100% operativa en la producción de alcohol y DDGS, la proteína sólida, y en proceso de ajuste en cuanto a lo que es fábrica de aceite y otras etapas de terminación y ajuste que va a llevar algunos meses. En tanto, el alcohol obtenido está en dos graduaciones. El “absoluto”, que es el de mayor demanda, en una graduación de 99,7% para arriba y el “hidratado”, de menor demanda, que ronda entre 95% y 96%. “Durante el proceso de extracción de alcohol, el sub producto que queda del maíz, al extraer la proteína, lo transformamos en alimento para ganado, es un balanceado. Se llama DDGS, son partículas solidificadas de maíz que viene a ser un sub producto en el proceso de producción de alcohol”, reiteró. La comercialización del alcohol se realiza en los principales emblemas del país. Y las DDGS se venden a las ganaderas o a terceros que se dedican a la pecuaria. Recordó que Inpasa lleva un decenio en funcionamiento. “La Planta 1, en Nueva Esperanza, la primera planta industrial, comenzó sus actividades en el 2006. Ya tenemos más de diez años en el mercado”, añadió. Con respecto a las obras complementarias, dijo que falta terminar la fábrica de aceite de maíz, otro subproducto a partir del aceite bruto. “Se trasforma en un aceite vegetal que se utiliza como coadyuvante en la aplicación de insecticidas para el campo”, finalizó.
Acto y recorrido. La parte protocolar se inició con la entonación del Himno Nacional, seguida por las palabras de bienvenida a cargo de Osvaldo García Arévalos, intendente anfitrión. En representación de la compañía habló su vicepresidente y director, Enzo Olmedo. También intervino Miguel Chilavert, gobernador de San Pedro y, por el Gobierno central, hizo lo propio el titular del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), Gustavo Leite. Tras los discursos, se procedió al corte de cinta y al descubrimiento de la placa inaugural, de la que igualmente participaron el presidente de la República, Horacio Cartes y el titular de Inpasa, José Lopes. Según el MIC, la fábrica tendrá un impacto alto en la economía de esa zona, que requiere inversiones de este tipo. En principio, esta planta va requerir de más de un millón de toneladas de maíz al año para lograr la producción de alcohol proyectada, eso estaría implicando unas 125 mil hectáreas necesarias para cubrir la producción. Esto beneficiaría a pequeños productores y se estaría alcanzando al sector primario que actualmente se encuentra sin demanda de lo que producen. En tanto, conforme los datos brindados en la ocasión, la producción de la Planta 2 apunta a unos 720 mil litros de alcohol, con una capacidad de procesamiento de 1.800 toneladas de maíz, para obtener 40 mil litros por día de aceite bruto, a lo que se debe tener en cuenta unos 500 mil kilogramos de DDGS (“burlanda” de maíz). La energía generada es de 14 MW y la energía consumida de 8 MW, con una superficie total de 144 hectáreas, de las cuales 25 hectáreas corresponden a obras construidas. En materia de impacto social se estima unos 370 empleos en forma directa. Entre las autoridades, el Ejecutivo encabezó el recorrido y se pudo observar la complejidad y alta tecnología enclavada en la fábrica. También estuvieron representantes de gremios, como Neivo Fritzen, productor de Nueva Esperanza y miembro de la Asociación de Productores de Soja, Oleaginosas y Cereales (APS), y José Berea, presidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco). El primero celebró la envergadura de la inversión, por lo que tendrá impacto directo en la demanda del maíz producida en la zona. De esta forma, se pasaría de exportar granos en estado natural a un mejor aprovechamiento industrial local. Además, recordó que favorecería la buena rotación con soja y permitirá mejores condiciones para el cereal de entre zafra, de segunda o “zafriña”. También agradeció a los emprendedores por realizar este tipo de iniciativa en la zona. A ello se adicionaría los beneficios para la pecuaria, puesto que con los derivados sólidos se podría aprovechar para la nutrición de animales, principalmente, en sistemas productivos del área de influencia de la fábrica. En tanto, Berea compartió su felicidad y deseó mucho éxito a la empresa liderada por José Lopes y a todo su equipo. Recordó que Inpasa es socia de Capeco, por lo que iniciativas como las desarrolladas en la zona toman relevancia para el gremio y para un departamento como lo es San Pedro, por sus implicancias socioeconómicas a nivel nacional. Calificó que este tipo de inversiones deberían contar con mayor impacto mediático, por lo importante que representa para el país, además del guiño que ofrece por creer en la industria nacional, apostar al futuro y entusiasmar a otras compañías a radicar sus capitales en nuestras tierras.