Luis Enrique Cubilla, presidente de la Federación Paraguaya de Siembra Directa para una Agricultura Sustentable (Fepasidias), habla de los nuevos objetivos de esta organización que busca la sustentabilidad. Explica las razones de llevar capacitación al Chaco, región con gran potencial para la integración agropecuaria. “Nosotros vamos a lograr la cobertura de invierno y el Chaco va a florecer, pero el Estado debe aportar lo suyo con las infraestructuras”.
_ Campo. ¿Cómo está el manejo de nuestros suelos y la siembra directa en Paraguay?
_ Cubilla. Desde el año 2013 nosotros habíamos descubierto la disminución del área de las buenas prácticas para mantener la siembra directa. En aquella oportunidad logramos detectar que llegábamos al 73% con la siembra directa. Allá por los años 2002- 2003, cuando estaba terminando el proyecto de la GTZ, estábamos en un 95% del área cultivada con la siembra directa. Fue muy difícil llegar a ese nivel, pero el trabajo de los profesionales técnicos fue muy intenso y casi todos fueron formados dentro del proceso que inició en 1992, con GTZ-MAG y Capeco, que en 1993 convocó a los productores para participar.
La Federación Paraguaya de Siembra Directa para una Agricultura Sustentable (Fepasidias) se formó en 1992. En esa oportunidad estuvo integrada netamente de productores de alta capacitación, que permitió la consolidación de grupos de siembra directa en diferentes regiones. Esto anduvo bien en los años 90 y 2000, luego notamos alguna deficiencia.
Cuando en el 2013 confirmamos la disminución del área manejada bajo el sistema de siembra directa, empezamos un proceso de recuperación, sobre todo, los manejos del sistema, para poder incorporar de vuelta. Vimos además que en ese transcurso fueron cambiando los actores, los grupos regionales de siembra directa fueron dejando sus trabajos a generaciones más nuevas y también se notó un decaimiento dentro de Fepasidias.
_ Campo. ¿Cuál fue la salida que encontraron a esa problemática?
_ Cubilla. Hicimos una propuesta a la Federación para incorporar a ingenieros agrónomos técnicos agrícolas y profesionales del rubro dentro de la Federación y rápidamente se formó la Asociación de Ingenieros Agrónomos Pro Siembra Directa. Uno de los fundadores es el Ing. Rolf Derpsch. El presidente es el Ing. Martín Cubilla y se incorporaron los profesionales que desde el inicio trabajaron en el programa. Fuimos armando esa institución, cambiamos los estatutos de la Federación y ese gremio fue incorporado a Fepasidias y le dio un impulso para fortalecer la capacitación, no similar a la que dio GTZ, porque no teníamos los recursos disponibles de los 90. Allí aparecen otros jugadores en el campo el PNUD, Capeco, algunos grupos de empresas que, a excepción de PNUD, se asociaron a Fepasidias. El PNUD por su parte apoyó financieramente un programa de capacitación y empezamos con el primer seminario en Alto Paraná y, dos años después, en Itapúa, se sumaron los productores de la Colonia Friesland de San Pedro y de otras regiones.
_ Campo. ¿Cómo está hoy Fepasidias?
_ Cubilla. No estamos tan bien como quisiéramos estar, pero por lo menos más fortalecidos en el ámbito de la capacitación y la investigación. Hace unos cuatro años Capeco viene financiando un programa de rotación de cultivo en San Pedro. Buscamos zonas de suelos muy frágiles, se instalaron esos proyectos en el Sur de San Pedro y ahora estamos en proceso de publicación de los resultados.
_ Campo. ¿Por qué Fepasidias lleva el Simposio de Siembra Directa al Chaco?
_ Cubilla. Cuando nosotros empezamos a mirar el Chaco, allá por el 2013 y 2014, nos dimos cuenta del potencial que tenía, pero con muchos problemas por resolver y muchas interrogantes que responder. Principalmente la calidad de los suelos y el clima. Esos son los dos puntos más gravitantes del Chaco.
Encontramos que el Chaco es una solución para la expansión del área de cereales y oleaginosas en el Paraguay. Cuando fuimos al Chaco ya había gente trabajando en soja, pero nos dimos cuenta del error que estaban cometiendo, en varias parcelas. No tenían cobertura de invierno, de ahí surge la propuesta nuestra de empezar a cubrir el suelo en invierno, porque de lo contrario el Chaco no se va a desarrollar y eso son los principios de la siembra directa.
El Chaco que se está utilizando para agricultura, es el Chaco cubierto de pasturas. Se hizo un estudio rápido y existen 10 millones de hectáreas de pasturas sobre terreno de bosque. Esto es Chaco Central y Alto Paraguay. El objetivo es recuperar esas pasturas. Hay muchas pasturas enmalezadas y otras con peladares muy importantes. Según nuestro cálculo hay un mínimo de 15% de pasturas degradadas y en parte hay entre 30% y 40% de peladares, donde no crece nada.
Tenemos mucho que hacer en el Chaco. El problema principal es la cobertura de invierno, existe el problema de la erosión eólica. Eso hay que cubrir y por otro lado evitar la compactación. Tenemos que tener cobertura y conseguir la intervención de diferentes especies. Ya estamos trabajando en el Chaco desde hace 2 a 3 años atrás, con muy buen resultado.
_ Campo. ¿Que especies sugieren?
_ Cubilla. La avena no funcionó, el nabo forrajero sí, triticale, centeno, ahora estamos probando cebada y trigo en campos comerciales.
Se están probando también épocas de siembra, por ahora el mejor resultado en la región es enero para soja y febrero para maíz.
Desde la Federación no solo estamos enfocados en la agricultura, sino en la parte agropecuaria.
Todo el trabajo que estamos haciendo va a ser para recuperación de suelos y producción de granos, en función de la ganadería para fortalecer aun más la producción pecuaria, para conseguir alimento para el ganado del Chaco en invierno.
El Simposio que organizamos para el 6 de agosto llevará al Chaco a especialistas mundiales quienes orientarán sobre materia orgánica y el consorciamiento ganadería-agricultura, sobre experiencias en suelos hostiles como el del Chaco. Por otro lado, los suelos del Chaco son muy ricos, que hace que podamos trabajar más barato que en la región Oriental.
_ Campo. ¿El Chaco se ajusta para crecer en la integración agrícola–pecuaria?
_ Cubilla. El Chaco se ajusta y se va a ajustar mas protegiendo nuestro principal recurso que es suelo. Nosotros vamos a lograr esa cobertura de invierno y el Chaco va a florecer. Hay cobertura de verano que también sirve como las pasturas Brachiaria ruziziensis y Gatton panic. Las raíces de estas especies hacen que las pocas lluvias vayan hasta más allá de la superficie y se haga un reciclaje de nutrientes a la vez para la agricultura de los años posteriores.
El objetivo es sacarle al máximo potencial al Chaco escondida en su calidad de suelo. Ahora vamos a ir corrigiendo los suelos degradados y los suelos que no son aptos. Estamos trabajando con alta tecnología israelí y ahora estamos buscando alianzas con grupos británicos.
_ Campo. ¿Logrando el equilibrio el Chaco florece?
_ Cubilla.La intensión es el equilibrio, pero el gran problema en el Chaco es la infraestructura. La región necesita una red de asfaltado, pero tiene que haber el compromiso del Estado. Necesitamos caminos, puertos sobre el río Paraguay. Nosotros, quienes estamos involucrados en el desarrollo de la agricultura y de la ganadería, que somos del sector privado, vamos a hacer nuestra parte. Pero el sector público también tiene que poner de su parte y establecer las infraestructuras.